domingo, 27 de diciembre de 2009

Diana ya no juega sola

Diana era una niña que no podía hablar con los animales, ni soñar despierta, ni bailar sin música, a ella solo le gustaba divertirse con sus videojuegos.
Un día, mientras estaba en el parque a Diana se le rompio su máquina de matar marcianitos y no supo qué hacer, todos los niños estaban en los columpios o jugando a la comba, quería acercarse y jugar con ellos pero no sabía como.
Tan pensativa estaba que no se dio cuenta de que una señora con un perrito se sentaba a su lado.
-Hola guapa ¿cómo te llamas?- le preguntó la señora del perrito
-Yo Diana ¿y su perro?-
-Se llama Melón, puedes acariciarlo, no muerde, es muy bueno- dijo la señora
El perrito miraba a la niña con curiosidad, Diana acercó la mano le acarició las orejas y Melón empezó a olerla.
-Le has caído bien- le dijo la señora
-Que divertido ¿puedo cogerle de la cadena?
-Claro, da una vuelta con él, yo os vigilo sentada-
Melón corría alrededor de los setos y saltaba encantado de tener una amiga, podía devolver todos los palos que se le lanzaran aunque fueran muy lejos y dar vueltas muchas veces alrededor de los árboles.
Después de un rato Diana se acercó con Melón al grupo de niñas que jugaban a la goma y se quedo mirando, ella también quería saltar pero ¿cómo lo hacía? a lo mejor no querían más amigas, a lo mejor sí, Diana dudaba, así que pensó que era como meterse debajo del grifo de agua fría; había que coger aire y lanzarse:
-Hola ¿puedo jugar con vosotras?- les preguntó bajito
-Vale- le contesto una de las niñas
-¿Y podemos jugar con tu perro?- le pregunto otra
-Si, se llama Melón- dijo Diana
Y después de la goma jugaron todas al escondite y luego con un ajedrez muy grande que había en el parque mientras Melón corría feliz alrededor de las niñas.
A partir de esa tarde Diana no jugó más sola, se olvidó de comprar pilas para su máquina de matar marcianitos y descubrió que era muy divertido tener amigas, leer cuentos, soñar despierta, jugar con perros y gatos y bailar sin música.

Begoña Antonio

3 comentarios:

Graziela dijo...

Felicidades lo has conseguido. Muy bien. el cuento ha quedado estupendo y lo de bailar sin música es una idea maravillosa, escuchar cada uno su propia música interior y seguir su ritmo.

PILARA dijo...

Bienvenida, es un gusto tenerte entre nosotros y disfrutar cuentos tan bonitos como el de Diana.
Que se repita.

cruz dijo...

Bienvenida después de tan larga ausencia. Me ha gustado mucho esa niña que aprende a jugar, espero como Pilar que vengan más historias.